Esta es mi traducción de «The Cat and the Moon», un poema de Y. B. Yeats publicado en 1919. El gato en cuestión pertenecía a Iseult Gonne, hija de la revolucionaria irlandesa Maud Gonne (1866–1953), que Yeats cortejó en vano. El nombre del gato lo transcribo acá como «Minalush» porque, según parece, la grafía «Minnaloushe» del original no es sino una transcripción fonética inglesa del nombre francés que Iseult le habría puesto al gato, «Minoulouche» (minou louche = «minino bizco», «gatito con ojos estrábicos»).
Encontré este poema en una antología bilingüe de Yeats (con textos paralelos) de la editorial Losada, sobre la cual solo puedo recomendar a mis lectores que no la compren, porque los textos originales no están muy cuidados y las traducciones están plagadas de errores (no de elecciones desafortunadas ni de fallas estéticas, sino verdaderos errores objetivos de traducción, donde el original dice una cosa y la traducción dice claramente otra). Me gustó el jugueteo de las imágenes del gato sigiloso y la luna como un ojo, aunque sea sencillo, incluso trillado; lo incluyo, si se quiere, en la miniserie de poemas y alusiones sobre la luna que vengo acumulando, después de mi artículo sobre Pierrot lunaire.
El gato y la luna
El gato iba de aquí para allá
y la luna giraba como un trompo
y el pariente más próximo de la luna,
el pausado gato, alzó la vista.
El negro Minalush miraba fijo la luna:
por muy lastimero que fuera maullando,
aquella luz pura y fría en el cielo
inquietaba su sangre animal.
Minalush corre por el pasto
sobre sus delicadas patitas.
¿Bailas, bailas, Minalush?
Cuando coinciden dos tan cercanos,
¿qué mejor que armar un baile?
Quizá la luna pueda aprender,
cansada como está de la moda cortesana,
un nuevo paso de baile.
Minalush va pausado entre el pasto
de una mancha de luna a otra,
y allá arriba la sagrada luna
entra en una fase nueva.
¿Sabe Minalush que sus pupilas
pasan de cambio en cambio,
que van de redondel a creciente
y de creciente a redondel?
Minalush va pausado entre el pasto,
solo, importante y sabio,
y alza hacia la cambiante luna
sus ojos cambiantes.
El poema es sencillo pero se presta a múltiples variantes, que el lector podrá encontrar si busca traducciones en internet. Una de esas variantes, o ambigüedades, concierne las alusiones al parentesco o afinidad entre el gato y la luna. En inglés hay una relación etimológica y semántica clara entre kin y kindred, pero estas palabras además participan de diferentes frases hechas que tiñen su significado de base: close kin son «parientes cercanos», y acá podría traducirse literalmente «deudos», pero en español casi nunca se usa tal palabra salvo en ocasiones funerarias; kindred es un derivado que todavía sugiere parentesco, pero kindred souls es nuestro «almas gemelas». Donde el original dice nearest kin y two close kindred, traduzco «el pariente más próximo» y «dos tan cercanos», respectivamente, siendo literal en el primer caso y un poco más libre en el segundo, porque usar la frase sugerida por el contexto y hablar de «almas» hubiera introducido una palabra muy cargada de sentido y connotaciones en un texto donde no correspondían.
El verbo creep aparece tres veces en el poema, una como participio presente y otra en tercera persona. Sus significados incluyen «reptar, moverse pegado a una superficie» pero también «moverse lentamente y con sigilo». Lo hago corresponder con «(ir) pausado», porque, aunque los gatos suelen acechar a sus presas «reptando», encogidos cerca del piso, nuestro protagonista animal no está cazando sino corriendo pausadamente (contradicción solo posible en un gato) con un sigilo tan natural que no parece serlo.
Traduzco «patitas», finalmente, porque delicate feet casi obliga al diminutivo.